Una de las primeras cosas que aprendí a hacer, tardes enteras haciendo grannys, a los cuales yo les llamaba «cuadraditos». Los tejía junto a mi abuela, divirtiéndonos, combinando colores, uniéndolos y así quedando << La manta >>, un abrigo hecho con amor.
Hace mucho tiempo que no tejía uno y por un momento creí que no iba a recordar cómo hacerlo, pero me salió enseguida.
Lo que necesitaba para empezar este proyecto era una buena razón, teniendo tantas mantas en casa y tan lindas me costaba empezarlo.
Esta la hice para un gran amigo, una noche, entre charlas, me dijo que le gustaría que le teja una, y así le dió sentido a mi proyecto. Y que mejor razón que tejer para alguien que queres?. Me llevo a esas tardes inolvidables, dónde descubría lo mucho que me apasionaba crear con mis manos.
Gracias, sigamos tejiendo juntas siempre.